Esta historia nos ha acompañado por un año y nos sigue inspirando a seguir Cambiando Vidas!
El domingo 6 de febrero del presente año, tuve
la oportunidad de ir
al asentamiento 24 de diciembre, Zona
7 en el sector de la Verbena. Allí se realizó una celebración con los vecinos de dicha comunidad. Durante la celebración la Sra. Noemí Guardado tuvo
a bien invitarnos a conocer su
casa, un casa muy humilde de madera y lamina. Nos paso adelante y nos invito
a conocer a su
hija quien
estaba en el área de la pila
lavando los platos.
Cruzamos la cortina que dividía el ambiente y al voltear había
una lavadora de ropa nueva,
high efficiency. Con mucho entusiasmo congratule a la Sra. Guardado por tan linda
lavadora a lo cual respondió “Gracias
me la regalo mi otra
hija”
la felicité y le pregunté donde
trabajaba su
hija. Cual
fue mi sorpresa, y aclaro que
ella no sabía
que soy parte del equipo CIAV, cuando ella
respondió muy
orgullosa: “Lo
que pasa
es que
a ella le dieron
el año pasado
una beca
de inglés de CIAV y Transactel, y ahora
trabaja en una
cuenta en inglés
en TRANSACTEL”. Me cuesta describir la emoción que me invadió en ese momento al vivenciar el alcance de nuestra labor.
Después de salir
del shock le pregunté donde
estudió su
hija inglés,
pues las
becas eran
de perfeccionamiento. La mamá
me contó que
estudiaba en el Colegio Royalty y allí ella se enteró
por unos
volantes que
fuimos de CIAV a dejar al colegio.
Muchas cosas
pasarón por
mi mente en ese
momento y después cuando estaba
de vuelta en casa. Pensaba como
TODOS colaborarón en el proceso para
que Seidy
llegará y se mantuviera en el programa: Desde la
persona que hizo
el arte para el volante, el equipo que
lo promovió, quien
saco el cheque
para pagarlo, la persona que revisó el libro,
aquella que
lo compaginó, por
supuesto Fernando Ampudia quien
dirigió el proyecto, Johana quien
dió las
clases, Mimi que le dió asesoría, y en fin podría
continuar enumerando cada tecla
que se tiene
que tocar
en esta gran orquesta para
que esta
dulce melodía de CAMBIO DE VIDAS se dé.
El ejemplo de vida aún
no termina allí.
Felicité a la mamá de Seidy por
el valorar la educación y el esfuerzo que
hizo por
mantenerle los estudios. Ella me comentó que lo logró
porque durante las noches
se dedicaba a pelar
sobrantes de cables eléctricos de desecho para sacar
el cobre y con ello juntar dinero
para su
colegiatura.
Increible! No sabemos cuanto esfuerzo están haciendo muchos de nuestros alumnos por
mejorar su
vida por
medio de la educación. Imaginemos cuanto vale cada minuto
de clase que
les brindamos a nuestros alumnos y la importancia de darles
cada uno
de esos minutos con nuestra total entrega.
“No se trata de hacer grandes cosas
sino pequeñas cosas con GRAN AMOR” Madre
Teresa de Calcutta
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